Esta nueva sonda, que detecta de forma sencilla y no invasiva el ritmo del envejecimiento, es obra de un equipo de investigadores e investigadoras de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), la Universidad de Valencia (UV), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBERBBN), el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), en España todas estas entidades.
Según explica el equipo de investigación, uno de los rasgos distintivos del envejecimiento es el aumento en la frecuencia de células senescentes en la mayoría de los órganos, lo que provoca una disfunción de los tejidos. La presencia de estas células está asociada, además, a numerosas enfermedades relacionadas con la edad.
“El objetivo principal de la senescencia celular es evitar la proliferación de células dañadas que puedan producir cáncer. Sin embargo, cuando el daño persiste, o durante el envejecimiento, las células senescentes tienden a acumularse de manera anómala, lo que afecta a las funciones tisulares y acelera el envejecimiento. De ahí la importancia de desarrollar nuevos sistemas que permitan detectar estas células de manera simple y eficaz”, destaca Ramón Martínez Máñez, director científico del CIBERBBN y subdirector del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM). El IDM está adscrito a la Universidad Politécnica de Valencia y a la Universidad de Valencia.
Tras su inyección en ratones, la sonda desarrollada y probada por el equipo interactúa con una enzima que es especialmente abundante en células senescentes para dar lugar a un compuesto fluorescente que es rápidamente eliminado por la orina. “Y en función de la intensidad de la señal en la orina, podemos saber la carga de células senescentes en el organismo”, destacan Isabel Fariñas de la UV y subdirectora del CIBERNED y la investigadora Mar Orzáez del CIPF.
En su estudio, también se realizó el seguimiento de un tratamiento senolítico, con fármacos que eliminan células senescentes y pueden rejuvenecer tejidos, y se observó que la intensidad de la señal en la orina estaba relacionada con la reducción de senescencia en los animales y la reducción de la ansiedad asociada a la edad.
“Cuando se administra, se libera un fluoróforo que, en última instancia, se excreta por los riñones y puede medirse en la orina. La intensidad del fluoróforo indica el nivel de carga de senescencia celular y hemos visto que este se correlaciona con la ansiedad asociada a la edad durante el envejecimiento y el tratamiento senolítico”, explica Isabel Fariñas de la UV y subdirectora del CIBERNED.
Los resultados obtenidos por el equipo, encabezado por Sara Rojas-Vázquez del IDM, abren una vía para entender mejor el envejecimiento y sus efectos en la salud. “Podría ayudarnos a desarrollar formas más efectivas de abordar los problemas de salud relacionados con la edad, así como seguir de forma simple en la orina tratamientos que tengan como fin la eliminación o reducción de la senescencia celular, incluso en humanos”, concluye Ramón Martínez Máñez.
El estudio se titula "A renal clearable fluorogenic probe for in vivo β-galactosidase activity detection during aging and senolysis". Y se ha publicado en la revista académica Nature Communications. (Fuente: UPV)