"De manera similar, se espera que el déficit del gobierno general se mantenga alrededor del 2,5% del PIB por encima de los niveles previstos en el momento de la consulta del Artículo IV de 2019", dijo el organismo en el comunicado final del personal que revisó el Artículo IV este 2024.
Estados Unidos necesita revertir el actual aumento de la relación deuda pública-PIB para evitar un riesgo creciente para la economía estadounidense y global, afirmó el FMI.
La postura del FMI coincide con la previsión de la Oficina de Presupuesto del Congreso, la cual estimó que la deuda pública aumentará hasta representar el 122% del PIB del país norteamericano en 2034.
Un reciente análisis del Financial Times advirtió, citando información de la Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos, que se prevé que el déficit total alcance una media del 5,5% del PIB hasta 2030, unos dos puntos porcentuales más que la media posterior a 1940.
La misma Oficina reveló que, a finales de la década, la relación entre la deuda y el PIB del país norteamericano superará el 106% de la Segunda Guerra Mundial, y seguirá aumentando.
También estimó que los pagos netos de intereses, que actualmente se sitúan en torno al 3% del PIB, sigan creciendo.
El aumento de la inflación alimentaria provoca que los estadounidenses compren menos productos alimenticios en la tienda, revela el medio 'Financial Times'. En opinión del expresidente estadounidense Donald Trump, la tasa de inflación bajo el mandato de Joe Biden está matando a Estados Unidos.
En los últimos años, los consumidores estadounidenses han adquirido miles de millones menos de alimentos que antes de la pandemia de COVID-19, recurriendo a una combinación de compras por internet y a granel o simplemente consumiendo menos, sobre todo en los hogares con menores ingresos, indica la publicación. Según el medio, lo hacen en respuesta a la subida vertiginosa de los precios de los alimentos, así como de otros productos básicos como la vivienda y los seguros, que han afectado a los bolsillos del pueblo del país norteamericano.
"Precios más altos significan menores canastas de compra y más consumidores que tratan de prescindir de productos que consideran no esenciales", reporta un reciente análisis de las ventas realizado por la empresa de investigación NielsenIQ.
De acuerdo con el economista del Departamento de Agricultura de EEUU, Wilson Sinclair, si se ajusta a la inflación, los estadounidenses gastaron un 3,1% menos en comida en casa en 2023 que en 2022. El descenso ha forzado a los minoristas y a sus proveedores a ofrecer descuentos, gastar menos en campañas publicitarias y las empresas también rebajan los precios para atraer a los clientes a las tiendas y aumentar las ventas, reza el diario.
El repunte de la inflación de los alimentos a principios de la presidencia de Joe Biden se ha visto criticado por Donald Trump en la campaña electoral de 2024. Asimismo, se informó anteriormente de que casi el 60% de los estadounidenses desaprueba la política económica del mandatario de EEUU.
"No se puede seguir subiendo los precios y no esperar ninguna consecuencia", expresó el analista de alimentos de Rabobank, Nick Fereday.
El dato surge de un estudio realizado por las firmas BSP Research y Oportun para UnidosUS, la ONG dedicada defender los derechos de los hispanos más grande de EEUU. El trabajo indica que pese al crecimiento del peso latino en la economía y las elecciones, sus condiciones de vida son cada vez peores.
De acuerdo al estudio, titulado "Asequibilidad de la vivienda: Un tema importante para las votantes latinos", el aumento de la inflación y los gastos diarios, como así la falta de ingresos son los temas que más preocupan a los ciudadanos hispanos en EEUU. Además, el 52% de este grupo siente incertidumbre sobre el hecho de poder llegar a pagar el alquiler o la hipoteca cada mes, y un grupo cada vez más grande de personas debe recurrir a créditos bancarios leoninos para afrontar el imparable aumento del nivel de vida.
El trabajo entrevistó durante el pasado mes de abril a residentes en Arizona, Texas y California, los tres estados del país norteamericano donde se encuentra el mayor número de población latina. Pese al crecimiento de este grupo tanto como factor de crecimiento económico como bloque clave para triunfar en las elecciones, el sondeo da cuenta que sus condiciones de vida no han mejorado, y que incluso tras la pérdida de ciertas ayudas económicas implementadas durante la pandemia, y con el aumento de la inflación en EEUU, han empeorado en los últimos años.
"La propiedad de vivienda es una prioridad para la comunidad hispana, pero las políticas públicas, las prácticas comerciales y las condiciones actuales del mercado inmobiliario crean barreras que niegan a los latinos acceso total al sistema financiero estadounidense y les impiden cumplir sus sueños de ser propietarios de una vivienda. De los principales temas que los votantes hispanos querían que abordaran los funcionarios electos, cuatro de los cinco principales eran cuestiones económicas y de bolsillo, específicamente la inflación y el creciente costo de la vida, los salarios, los costos de atención médica y la asequibilidad de la vivienda, que ascendieron a los cinco primeros como un independiente por primera vez", indica el estudio.
Laura Arce, vicepresidenta senior de Iniciativas Económicas de UnidosUS, señala en el estudio que "la vivienda es el mayor gasto mensual para la mayoría de las familias. Los votantes latinos sienten el efecto de los desafíos de asequibilidad y oferta del mercado inmobiliario. Están buscando en los responsables políticos soluciones reales para poner la propiedad de vivienda al alcance de más familias”.
Este problema afecta a todos los ciudadanos de origen latino, independientemente de su edad, filiación política o niveles de ingreso, revela el trabajo.
"El 34% de las mujeres y el 38% de los hombres citan los costos de la vivienda como su mayor dificultad financiera, así como el 39% de las personas de 18 a 29 años, el 38% de las personas de 30 a 49 años y el 31% de los latinos mayores de 50 años", señala el trabajo.
"Este es también un sentimiento que prevalece independientemente del partido político. 39% de los demócratas, 29% de los republicanos y 40% de los independientes/otro partido. El 37% de los latinos que ganan menos de 39.000 dólares, el 41% de los latinos que ganan entre 40.000 y 79.000 dólares y el 32% de los latinos que ganan más de 80.000 dólares.
Estas presiones económicas afectan también la capacidad de ahorro de los latinos, así como también de poder acceder a cobertura médica, que en EEUU está casi enteramente privatizada y exhibe costos siderales. Según el estudio, más de un tercio de latino no posee un fondo de emergencia para afrontar cualquier eventualidad, y el 17% que cuenta con uno, tiene en él menos de 400 dólares.
Además, UnidosUS señala que más de la mitad de los encuestados dijeron tener deuda médica, y que 1 de cada 5 reconoció que no acude al doctor para ahorrarse el alto gasto de las consultas, mientras que el 27% dijo que evita ir al dentista por la misma razón.
Estos dramáticos datos explican en parte la creciente pérdida de apoyo entre los votantes latinos hacia la candidatura del presidente Biden. Si bien se trata de un electorado que históricamente ha favorecido en una diferencia de 2 a 1 al candidato demócrata sobre el aspirante republicano en las elecciones a presidente, recientes sondeos muestran que si bien Biden está por delante de Trump entre los votantes latinos, la diferencia se reduce a apenas unos puntos, la menor ventaja para un candidato demócrata.
Varios estudios reflejan que entre las varias razones que han hecho que los latinos se alejen de Biden y el Partido Demócrata es el fuerte aumento de la inflación, así como la insatisfacción en cuestiones como el manejo de la política migratoria.